El Interim Management se ha convertido en una práctica de negocios habitual en el mundo desarrollado. Su utilización crece rápidamente a medida que las empresas comparten sus beneficios de eficiencia y costos, más la flexibilidad que aportan a una gestión eficaz.

Su uso permite a las empresas contar rápidamente con las habilidades de profesionales probados y altamente experimentados, sea para resolver problemas puntuales, cubrir una emergencia operacional, implementar Proyectos específicos o para evaluar un nuevo negocio - sin convertir la solución de corto plazo en una obligación de largo plazo.

Un proyecto con aplicación de Interim Management puede tener una duración variable, aunque típicamente suele ir de tres a seis meses.

Ya que un Experto Interim normalmente es contratado para encargarse de un proyecto en particular -donde se requieren concretos niveles de resultados- no es frecuente que sea utilizado como reemplazo permanente, en procesos de transición.

En la práctica, su mayor aporte radica en la entrega de ideas frescas, de “know-how” especializado, o de poder liderar cambios al interior de las organizaciones, durante una puntual transición o implementación.

El objetivo de un Interim Management es introducir las mejores prácticas y dejar un legado de mejoras en la gestión, de cara a períodos de crisis - que exigen soluciones prácticas y focalizadas, en costos, tiempos y resultados.